Una historia que duele, pero que también abraza
Acabo de ver Last Friends y sinceramente me dejó con el corazón apretado. Es un drama japonés que toca temas muy fuertes y humanos como la violencia doméstica, la identidad de género, el abuso sexual y la soledad emocional. Pero lo hace con una sensibilidad que me sorprendió muchísimo.Cada personaje carga con algo muy profundo, y lo más bonito es cómo logran apoyarse entre ellos, a pesar de sus traumas. La historia no es fácil ni ligera, pero se siente real, honesta, y por momentos muy dolorosa. Lo que más me gustó es que no idealiza nada: muestra lo roto que uno puede estar, pero también cómo el cariño y la amistad sincera pueden ayudarte a seguir.
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