RasepGamer

Recuerdo que empecé esta serie sin saber muy bien qué esperar. Solo sabía que era coreana, que tenía fantasía… y que la protagonista usaba una espada de juguete para combatir gelatinas fantasmales. Sí, gelatinas. Y aún así, me quedé pegado desde el primer episodio.
Lo que me sorprendió:
- La protagonista, Ahn Eun-young, interpretada por Jung Yu-mi, tiene una energía excéntrica pero cálida. Me encantó cómo se movía entre lo absurdo y lo profundo sin perder credibilidad.
- El mundo visual es una mezcla entre lo adorable y lo inquietante. Las “gelatinas” que representan emociones o espíritus son tan raras que me daban ternura… hasta que se volvían monstruosas.
- Nam Joo-hyuk como el maestro Hong In-pyo fue el complemento perfecto: calmado, racional, pero con un aura protectora que me hizo querer verlo más.
Lo que me dejó pensando:
- Aunque solo tiene 6 episodios, cada uno se siente como una mini historia con su propio misterio. Me gustó que no todo se resolvía de forma convencional.
- Hay momentos en los que no entendía del todo lo que estaba pasando, pero eso no me molestó. Era como leer un libro con metáforas visuales: no todo tiene que explicarse para sentirse.
- El final me dejó con ganas de más. No porque fuera incompleto, sino porque el universo que crearon se siente tan único que uno quiere seguir explorándolo.
¿La recomendaría?
Sí, pero con advertencia: no es para todos. Si te gusta lo raro, lo simbólico, y estás dispuesto a dejarte llevar por una historia que mezcla comedia, terror suave y ternura, esta serie es un pequeño tesoro.